miércoles, 1 de septiembre de 2010

Telefónica, el elefante en el cuarto

En el idioma ingles hay un interesante idiotismo (les aseguro que no es lo que piensan) que dice "the elephant in the room" (o el elefante en el cuarto, para los que no se han tomado el tiempo de ir al Británico) y se usa para describir un problema que todo el mundo conoce pero no lo discute ni hace nada para solucionarlo.


Si bien es un problema, es adorable

Después de leer el post de Gerardo en su blog Roblogtech sobre la abusiva diferencia de precios y ancho de banda entre el Speedy peruano y el argentino; además de tomar en cuenta la noticia en el foro peruano Bloodzone, que afirma que Telefónica esta discutiendo el implementar tarifas a los clientes por la cantidad de descarga y, a los sitios web, por tráfico generado. Prueba de esto son las declaraciones de el consejero delegado de Telefónica, Julio Linares:

"Los usuarios que contratan una tarifa plana pagan una cantidad fija al mes en función de la velocidad de la conexión contratada. La propuesta de Telefónica supone que los clientes deban pagar según los datos descargados al igual que los usuarios de teléfonos móviles pagan por los minutos hablados."

Y

"Es evidente que los buscadores de Internet utilizan nuestras redes sin pagarnos nada .... Eso va a cambiar, estoy convencido", dijo Alierta en un vídeo colgado en la web de la televisión vasca ETB.

Como bien apunta el blog Distribución Digital Web 2.0, el Internet estaría más desierto que iglesia durante el Carnaval del Río si no fuera por estos "parásitos" de la línea de Telefónica.

Si alguien va a la iglesia mientras esto pasa, probablemente no tiene genitales

Si esto se lograra imponer, lo cierto es que nosotros, los usuarios peruanos, nos quedaremos con un servicio subéstandar y a un precio aún mayor de lo que ya pagamos a Telefónica

¿La solución? No nos queda más que demandar como usuarios y, si esto falla, protestar como solo un cliente puede, buscar una mejor oferta. Si ninguna de esas dos opciones resultan, podemos reunir todo nuestro estoicismo y gritar "suck a bag of dicks" a Telefónica.






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